30 de abril de 2013

Una mascota en la familia

En casa la orden fue: ¡No mascotas!; sin embargo, me enfoqué en convencer a la persona que dio la orden (mi esposo),  para que cambiara su forma de pensar, pero pasaban los días y firme en la decisión. Así que, al no conseguir nada, usé una estrategia.
Primero: alquilar películas familiares  donde el personaje sea un perrito; segundo: esperar un viaje del papá para traer a casa a la mascota. Claro, desobedecería la orden pero ya con ella en casa no habría marcha atrás, tercero: ya con la mascota en casa iba a ser más fácil, partiendo de la premisa que tiene cariño por  las mascotas….
Y así fue, mi esposo viajó. Era  el momento exacto para  recoger a la mascota. La trajimos a casa cuando aún tenía un mes de nacida. La primera noche lloró, así que no pude dormir bien; lo mismo ocurrió la segunda noche hasta que ya la tercera pudo dormir mejor.
En breve le pusieron sus vacunas y ya estaba aclimatada a su nuevo hogar.
 
En la noche, vía Skype, mi hija y yo, le dimos la noticia a papá: un nuevo miembro en la familia. La comunicación terminó  más rápido de lo que pensé: ¡Cuando llego a casa no quiero ver ninguna mascota! (Ya lo conozco, así que para mí esa reacción no era el problema, el problema era toda la responsabilidad que recaía en mí a partir de la llegada de Wanda, es así como se llama.)
Bueno, él llegó de viaje y contrariamente a lo que pensé la abrazó; tengo una fotito de su primer encuentro; sabía que Wanda lo iba a cautivar.
 
Los primeros quince días: dedicación exclusiva, pues necesitaba que aprenda a hacer sus necesidades en el jardín. Estuve recogiendo, durante las primeras semanas sus regalitos en la entrada de la casa, pero creo que a las tres semanas aprendió. Hoy ya tiene ocho meses y sabe que debe ir al jardín.
 
Los primeros dos meses: dedicación exclusiva para corregir su mal hábito de morder las esquinas inferiores de los muebles…. después de corregirla cada vez que lo hacía, aprendió.
 
A los siete meses ya su cuerpito indicaba que estaba preparada para ser madre, a limpiar sus rastros… durante esos 10 días el trapeador era una extensión más de mi cuerpo. Intenté con pañal pero no era práctico ni para mí ni para Wanda.
 
Hace unas dos semanas tenía algo en el ojo, era como una bolita, la llevé al veterinario y me dijeron que había que hacerle una cirugía…. pobrecita pero ya superó aquella intervención quirúrgica.

Bueno, ¿Qué puedo decirles?, en casa somos cuatro: Papá, mamá, hija y mascota. 
Tener una mascota es tener tiempo para atenderla, para cuidarla, para jugar con ella; además de contar con un presupuesto adicional. Es un ser viviente que siente, que juega, que se enferma, que disfruta a la familia, creo que no me equivoqué en traerla a casa.

Hasta pronto!

Cynthia

 

27 de marzo de 2013

Apellido de casada vs Apellido de soltera


Ayer, revisando las tareas de mi hija, encuentro un mensaje de la profesora que finaliza: muchas gracias Sra. García. (Ese no es mi apellido paterno, es el de mi hija).
Primera impresión: me sentí despojada de mi identidad… era primera vez que me llamaban por otro apellido (el  de mi esposo). Luego, para ser sincera, esbocé una sonrisa, pues nunca me sentí tan "esposada", jajaja.
Este hecho me permitió reflexionar sobre el asunto, y puedo afirmar no estar de acuerdo en  usar el apellido del esposo, aunque esté  enamorada y casadísima con él, creo que tiene que ver con el respeto de las individualidades.
Si el apellido hubiera estado acompañado del prefijo “de” es decir “De García”, sí me hubiera sentido muy  incómoda pues el prefijo “de”  se usaba como símbolo de que  la mujer pertenecía al marido. Ahora los tiempos son distintos.
Creo que una mujer se casa para formar una familia al lado del hombre con el que desea compartir su vida, pero no es “de” nadie, creo, como ya mencioné, lastima la individualidad de cada mujer.  
Sinceramente, no es algo que me fastidie intensamente, pero preferiría evitar que me llamen por otro apellido que no es el mío. Muchas mujeres, aún,  que deciden presentarse suelen llevar los apellidos de sus esposos, y  se sienten felices, es más lo interpretan con un sentido romántico del amor, y las felicito pero no comparto su opinión; algunas otras pueden decir que refuerza la unión familiar, ¿Llevar el apellido del esposo?; otras pueden decir que identifica a la familia como una sola; algunas otras con una autoestima baja podrán lucir sus nuevos apellidos como símbolo de una  conquista y  triunfo que deben mostrar a las que aún están solteras y “no tienen quien las proteja” pamplinas!
Probablemente muchas mujeres que lean este post dirán: “Pero es una muestra de cariño al esposo”, y me pregunto: ¿cuál es la muestra de cariño equivalente (subrayo equivalente) que recibimos de ellos?, si tienen una respuesta comenten por favor, porque no la encuentro.

Finalmente termino señalando que el hecho de evitar  que me llamen por un apellido que no es el mío tiene que ver  con el respeto de la identidad de cada persona, creo que  la mujer no debe presentarse con un papel secundario o subordinado como  esposa de o señora de, o señora (seguido del apellido del esposo) pues todas esas formas manifiestan estado de dependencia con respecto al varón y la ideas es que construyamos un mundo donde hay equilibrio en las relaciones entre hombres y mujeres y lo podemos hacer a partir de situaciones tan simples como estas.


Hasta pronto!

15 de diciembre de 2012

Triste Navidad

Diciembre es un mes triste... 
No puedo evitar, sobretodo en este mes, sentir nostalgia o solidaridad con los que menos tienen.
La musica en los centros comerciales, los adornos navideños, los grandes letreros con ofertas, las conversaciones sobre lo que los chicos recibirán en navidad, etc...todo ello solo me produce una sensación de tristeza.
Siempre he buscado la razón, y siempre termino pensando en las familias de menos recursos o las familias con problemas familiares. Sé que esas familias no la pasarán bien.
Se difunde mucho en los medios de comunicación imágenes en las que se observa:  familias unidas alrededor de una mesa llena de alimentos y un árbol con muchos regalos.
Pienso, en aquellas familias que no están completas, en aquellas familias que no tendrán la mesa llena, y pienso,sobretodo, en aquellos niños, niñas que no tienen ni árbol, ni regalos.
Vengo de padres separados, y no recuerdo haber pasado navidad con ambos; un año me tocaba con papá y otro con mamá, no era lindo.... cuando estaba con uno u otro, solo  pensaba como sería estar todos juntos. Me consolaba en silencio.
En mi intervención profesional, siempre he conocido historias de vida muy tristes y de extrema pobreza. Soy trabajadora social, y muchos años he trabajado cerca de niños,niñas y adolescentes y lo que más me agobia es pensar lo difícil que debe ser para ellos/as no tener a esa familia feliz, esa mesa deliciosa o esos regalos que ven en Tv o en los supermercados.
Probablemente, alguién al leer diga (porque lo he escuchado) bueno es la vida que les tocó, qué podemos hacer.
Que triste!!
A veces hay personas que por el ego propio, y por decir que ayudaron a un niño/a en navidad buscan estar en algún evento navideño, tomarse la foto y sentirse bien.
Ellos/as los niños/as, los 365 días del año necesitan afecto, necesitan ver su mesa llena, necesitan a su familia... necesitan sentrise amados y protegidos.
Felicito a todos/as los que hacen algo por los niño/as del país, a través de un trabajo silencioso y todo los días del año.
Solo deseo que pase rápido este mes.... para que los que no tienen no la tengan que pasar tan mal. Más de una vez la pasé durmiendo (bueno cuando aún no tenía a mi hija) porque no me agrada mucho pensar que mientras yo disfruto, reviento cohetes y me lleno hasta la saciedad, otros duermen con hambre. Al día siguiente, lo más triste es ver (porque lo he visto) niños sentados en la calle mirando los regalos de otros.
Por ahí dirán, ¿Crees que te ganarás el cielo por ser solidaria?.
Mi religión: Ninguna.
 
Hasta pronto!
 
Cynthia
 
 
 
 


27 de noviembre de 2012

Curiosa coincidencia

Hace unos días, el 19 de noviembre, me enteré, y disculpando la ignorancia, que ese mismo día se celebraban dos fechas especiales y de importancia en el mundo:
El día internacional del Hombre, y (me pregunto si es de pura casualidad) el día del Inodoro. No, no es broma.
¿Cuál se instauró primero?
El día del Hombre (DIH) fue inaugurado en 1999 en Trinidad y Tobago, luego se extendió a Australia, Estados Unidos, Canadá, Colombia, Argentina, entre otros y es un evento internacional, apoyado por las Naciones Unidas.
Unos años después, en el 2001 se instauró el día del Inodoro por la Organización Munidal del Inodoro (WTO) , celebración apoyada también por las Naciones Unidas.
¿No pudieron escoger otra fecha?. No me parece agradable que habiendo 365 días del año sea precisamente este día que se conmemoren ambas fechas, curiosa coincidencia.

Con el día del Hombre se pretende resaltar el trabajo que diariamente los hombres realizan para su comunidad, sociedad, familia, etc. al mismo tiempo de promover la igualdad de género. 
Esa igualdad que debiera existir en todos los ámbitos de desarrollo de las personas. 
Ojala y todos los varones pudieran siempre ser modelos masculinos positivos (en el trabajo, en el hogar y en los diferentes espacios que participan).
 
Hablemos ahora de la otra celebración:
Con el día del Inodoro se pretende que la población tome conciencia de los millones de personas que no tienen unas condiciones higiénicas mínimas para su limpieza e higiene. En el mundo se realizan una serie de actividades para proponer alternativas para resolver este problema sanitario y la falta de agua en muchos lugares del mundo.
Muchos de nosotros/nosotras probablemente vivamos en condiciones sanitarias adecuadas, pero sí solo unos minutos nos imaginaramos una vida sin agua, sin inodoro, nuestros días serían distintos, muy distintos. Sin embargo muchas personas en situación de pobreza carecen de adecuados servicios sanitarios.

Definitivamente, no hay relación en la celebración de ambas fechas, sólo una coincidencia curiosa que me permito compartir.

Aprovecho la ocasión para saludar a cada uno de los varones que lee mi blog, sobretodo a aquellos que con sus acciones logran generar ambios positivos en sus familias y comunidad.
 
Nos vemos pronto!
Cynthia

31 de octubre de 2012

Mentir o no mentir

¿Serán necesarias las mentiras para convivir en sociedad?, ¿serán necesarias para conservar adecuadas relaciones interpersonales?, unos ejemplos:
 
-Si una joven enamorada le pregunta a su enamorado: ¿Me veo gorda? y él le responde: No mi amor, tus curvas me encantan...
-Si una niña pregunta: ¿Mamá, el raton perez vendrá hoy a llevarse mi diente?, Sí hija hoy en la noche, luego de dormir...
-Si tienes un problema personal que te hace sentir mal y una compañera de trabajo te pregunta: ¿Te encuentras bien? , le dices: Sí claro (por no compartir información privada)
-Es un intercambio de regalos, te toca un presente que jamás los usaras y que tampoco te agrada. Obviamente, agradecerás el presente y dirás: lindo, o un comentario similar ¿no? 
-Si estás con una persona que tiene un punto de vista opuesto al tuyo y se cierra en su posición y no tienes ganas de discutir, le dirás: claro.
-Si una niña le pregunta a su madre: ¿por donde entra Papa Noel en Navidad?.¿tiene llave de la casa?..¿qué le respondes?...
-El jefe a una secretaria: Dile a la Srta. García que regrese en otro momento, que estoy en una reunión. (El jefe no la puede atender porque tiene hemorroides y se siente mal; prefiere dar esa explicación que comentar la razón verdadera.)
Estos son algunos de los ejemplos que  solemos o que suelen utilizar las personas.
Estas mentiras son las llamadas: "mentiras blancas y/o mentiras piadosas" y existen para salvar una situación social determinada. Muchos diremos que no decimos mentiras, pero probablemente la hayamos utilizado  en más de una ocasión: por no herir, por evitar dar explicaciones personales, por pudor o porque simplemente consideramos necesarias para poder llevarnos adecuadamente al interior de un grupo.
La verdad es que mentira es mentira.
Definitivamente, lo ideal es ser sincero/a con quienes nos relacionamos; pero como decirle a una mujer que te pregunta: ¿Cómo me queda mi nuevo corte de cabello? Si le queda horrible, no le diría la verdad ¿no? Tendría que buscar una respuesta que no la hiera.
En fin, algunas mentiras han sido y serán necesarias, pero la idea es que éstas sean utilizadas solo para una acción benevolente.
Apuesto que en estos días alguna mentirilla ha sido necesaria. Si no le haces daño a nadie creo que no estaría mal. Si la intención es no herir, no hacer sentir mal, no generar conflictos... creo que es válido. Pero ojo, mentira es mentira.
 
Hasta pronto!
 
Cynthia






22 de octubre de 2012

Netiqueta

Hace unas semanas, revisando mis libros antiguos, encontré uno que ni bien lo vi decidí revisarlo: “Manual de Comportamiento, Urbanidad y Buenas Costumbres” de Manuel Antonio Carreño Muñoz, conocido como el “Manual de Carreño”. Dicha obra  le valió reconocimiento mundial porque recoge reglas sobre buenos modales para relacionarse con los demás.
Quizás para algunos, en esta época, sea un libro sin importancia pero lo que sí es cierto es que tiene parámetros básicos a ser tomados en cuenta en la interacción social.
Probablemente ves con frecuencia: personas mordiéndose las uñas o sentándose con las piernas separadas, masticando chicle mientras hablan, aplicándose maquillaje o peinándose en la mesa de comer, comiendo ruidosamente haciendo gestos exagerados, varios etc. Bueno, estos son algunos ejemplos de lo que no deberíamos hacer en sociedad (seguramente son personas que nunca leyeron el manual); pero no quiero detenerme aquí sino en lo que ahora se llama Netiqueta (conjunto de convenciones que ordenan el comportamiento social en espacios virtuales).
Por ejemplo:
-Ahora que lees mi post, ¿Sabías que es de mal gusto realizar un comentario más largo que el post al que se comenta?
-Cuando escribes un mail, demuestras cortesía si siempre respondes brevemente; diría que es como en una comunicación verbal/no verbal cuando asientes con la cabeza. Yo detesto enviar mails de coordinación y no recibir respuesta. ¿Tú qué piensas?
-Abusar de las mayúsculas (sinónimo de grito) es de mal gusto!
-Veo en facebook, comentarios reiterados de una publicación del mismo comentarista. Nadie opina, déjalo ahí.
-Deberíamos saludar antes de un mensaje y despedirnos con nuestro nombre. Hace unos días escribí un mail con una coordinadora de una entidad de salud del Estado y quedé sorprendida de la inadecuada forma de contestar el mail, sin saludar ni despedirse con su nombre, ¿mínimo no?
-Algunas personas solemos poner uno o varios  smiley (carita feliz acompañando algún mensaje)  creyendo que hará feliz a quien recibe el mensaje  ¿Son necesarios tantos smiley?
Estas son sólo algunas de las reglas decorosas (Netiqueta) que encontré en la red y que comparto con ustedes.
Creo que en la interacción social deberíamos retomar costumbres del “Manual del Carreño” y aplicarlos en los espacios en los que nos desenvolvemos ya sea físico o virtual. Claro está, adecuarlos a los nuevos tiempos y modalidades de comunicación.

Nos vemos pronto!

Cynthia

30 de septiembre de 2012

ZZZZZZZ

Leí en el Facebook de una de mis amigas algo que es tan pero tan cierto: "Desde que soy madre no he podido dormir hasta tarde los fines de semana". Claro amiga, que alegría era levantarse sola y continuar en cama leyendo, viendo una pelí o simplemente pensar en nada........... no importaba si me quedaba sin desayuno pero la idea era descansar. Podía ver una o varias películas por las noches y sabía que podría recuperar el sueño al día siguiente
Cuando traje a mi pequeña a casa (recien nacida), recuerdo que fueron varias las noches caminando con ella en brazos cantándole o dándole de lactar. Al día siguiente, sólo podía recuperar el sueño cuando ella dormía.
Una profesora en la universidad me dijo: "desde el día que comienza tu labor de madre no podrás volver a dormir unas horas más por la mañana". Mi pequeña tiene 6 años, y efectivamente, hace 6 años no he podido darme el lujo de levantarme a la hora que deseo.
"Mamá, ¿me preparas mi leche?", "mamá, ¿me ayudas con esto?", "mamá, ¿ya te puedes levantar?"...
Cuando escucho esas palabritas pienso: "Ojala alguién me dé una mano" (Me tapo la cabeza con una almohada, respiro hondo y  decido levantarme). Ni modo, es hora de levantarse, no hay otra opción. Me imagino que a estas alturas te preguntas: ¿y el papá?. Ustedes saben:  está pero no está (¿?) ... continuemos: me levanto, y al ver su carita se me ilumina todo ¿Cómo no levantarme a atender a esa personita?
Ayer salí a una reunión de compañeros de trabajo hasta altas horas de la noche. Sabía que eso implicaba que ya no podría recuperar esas horas de descanso. Así que me preparé mentalmente para ello. 
No sé si sólo soy yo, pero realmente extraño esas horas de descanso que uno en soledad podía tener. Bueno, por lo menos somos dos: mi amiga (la de la frase en facebook)  y yo. Efectivamente, no dormiremos un poco más ni siquiera los fines de semana. 
Probablemente éste puede ser un tema  insignificante en la vida de las mujeres que asumen el rol de madres, pero  si lo sumamos a  la inumerable lista de cambios generados a partir del nacimiento del primer hijo/a podría decir con total seguridad, y sin temor a equivocarme, que la labor de una madre jamás podrá ser igualada por algún  miembro de la familia.
 
Hasta pronto!
 
Cynthia.