Ayer, revisando
las tareas de mi hija, encuentro un mensaje de la profesora que finaliza: muchas
gracias Sra. García. (Ese no es mi
apellido paterno, es el de mi hija).
Primera
impresión: me sentí despojada de mi identidad… era primera vez que me llamaban
por otro apellido (el de mi esposo). Luego,
para ser sincera, esbocé una sonrisa, pues nunca me sentí tan "esposada", jajaja.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEijWZ_soLSAB5ot2-OeAlvf99XeIf_aLqLJnEgxTbioM8g3ZiKPKsmn-I4LG3r48joHZb6pGDFSrRcQbYNJpKHVMCk80nznt4IC3iLLqq8xvUZQb9j61X1b5BzbQZoyPrdWNdyxfaV1lNE/s1600/amo_apellidos_llavero-p146372293473070200en8xf_216%255B1%255D.jpg)
Si el apellido
hubiera estado acompañado del prefijo “de” es decir “De García”, sí me hubiera
sentido muy incómoda pues el prefijo “de” se usaba como símbolo de que la mujer pertenecía al marido. Ahora los
tiempos son distintos.
Creo que una
mujer se casa para formar una familia al lado del hombre con el que desea
compartir su vida, pero no es “de” nadie, creo, como ya mencioné, lastima la
individualidad de cada mujer.
Sinceramente, no
es algo que me fastidie intensamente, pero preferiría evitar que me llamen por
otro apellido que no es el mío. Muchas mujeres, aún, que deciden presentarse suelen llevar los
apellidos de sus esposos, y se sienten
felices, es más lo interpretan con un sentido romántico del amor, y las felicito
pero no comparto su opinión; algunas otras pueden decir que refuerza la unión
familiar, ¿Llevar el apellido del esposo?; otras pueden decir que identifica a
la familia como una sola; algunas otras con una autoestima baja podrán lucir
sus nuevos apellidos como símbolo de una conquista y triunfo que deben mostrar a las que aún están
solteras y “no tienen quien las proteja” pamplinas!
Probablemente
muchas mujeres que lean este post dirán: “Pero es una muestra de cariño al
esposo”, y me pregunto: ¿cuál es la muestra de cariño equivalente (subrayo equivalente) que recibimos
de ellos?, si tienen una respuesta comenten por favor, porque no la encuentro.
Finalmente
termino señalando que el hecho de evitar que me llamen por un apellido que no es el mío tiene que ver con el
respeto de la identidad de cada persona, creo que la mujer no debe presentarse con un papel
secundario o subordinado como esposa de
o señora de, o señora (seguido del apellido del esposo) pues todas esas formas
manifiestan estado de dependencia con respecto al varón y la ideas es que
construyamos un mundo donde hay equilibrio en las relaciones entre hombres y
mujeres y lo podemos hacer a partir de situaciones tan simples como estas.
Hasta pronto!
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