29 de junio de 2012

Cavernícolas de compras

Hombres y mujeres tenemos comportamientos distintos al ir de compras, esa diferencia es la que determinó que desde hace  mucho prefiera  salir sola cuando hay que hacerlo y no con un varón (esposo, hermano, etc).
Estas diferencias de género  se evidencian, por ejemplo, cuando acudimos a un supermercado. Los hombres "van a comprar", nosotras "vamos de compras". ¿Cuál es la diferencia? Simple, la primera: "van a comprar" implica que de todas maneras los varones han ido por algo y tienen que comprar algo; para ellos no tendría sentido haber ido a un supermercado y regresar a casa sin nada; la segunda: "vamos de compras" no implica necesariamente regresar con algo, significa observar, comparar precios, ver novedades, etc.
Leí más de una vez que esto se debe a que aún conservamos ese instinto natural de la época de las cavernas. Sí, los cavernícolas se dedicaban a la caza (hoy por hoy, si ellos van a comprar ese es su objetivo, tienen que cazar); las cavernícolas se dedicaban a recolectar (hoy por hoy vamos y hacemos lo mismo, lamentablemente el tiempo que implica no es del agrado de los varones, verdad?).
Según un estudio norteamericano, las mujeres se orientan mejor en un supermercado. ¿No han observado que son las mujeres quienes guían el camino y la ruta a seguir en los supermercados? Sabemos a donde vamos (y claro sabemos por donde  deseamos pasar para dar un vistazo), solemos recorrer los pasillos, a pesar de que no  necesitamos algún producto de ese pasillo precisamente, pero ahí estamos; y si hay algo que preguntarle a un vendedor/vendedora lo hacemos.
Los varones se estresan, ellos necesitan realizar la compra directa (no vendedores, a menos que ellos realmente lo necesiten), nosotras nos damos tiempito para analizar un producto, y compararlo con algún otro que se ofrece en el mercado, somos más detallistas y analizamos precios.
Mientras llevamos el coche miramos derecha e izquierda y si eres de las que sólo mira adelante, me atrevería a decir que nuestro campo visual es diferente al de los varones, vemos de frente pero nuestro campo visual incluye a los costados. Podemos observar precios, nombres, marcas y luego podemos regresar al lugar donde nos pareció verlo. Los varones sólo leen: Embutidos, Aseo, Bebidas y no más.
Mas de una vez, me han preguntado (un varón):¿Porqué compras eso si no lo necesitas?, o ¿Porqué pasas por acá sino vas a comprar nada?. Sólo las damas lectoras del blog me comprenderán; si eres varón te respondería así: Compro algo porque el precio esta bueno, en algún momento lo necesitaré. Pasó por ese pasillo para ver ofertas o si hay novedades, si son buenas hay que aprovechar....
No pretendo disminuir la capacidad de los varones en un supermercado, pero sí precisar las diferencias notables, esto ayudará a ser tolerantes y comprensivos ante los diferentes comportamientos que hombres y mujeres tenemos.
Hasta pronto!
Cynthia

19 de junio de 2012

Niñez de los 80

Nací en el 78, y toda mi niñez la viví y disfruté en la década de los 80. Recuerdo los juegos tan dinámicos, esos que se realizaban al aire libre con los y las amiguitos/as del barrio. Hoy al ver jugar a mi hija de cinco años, recuerdo con cierta nostalgia aquellos años tan lindos que pasé, observo tanbién los cambios en la dinámica de los juegos de ahora.
En aquella época vivía sólo con mi mamá y hermana, y algunos fines de semana salíamos a jugar con algunos niños, niñas. No era un juego, eran varios y duraban horas de horas, donde el correr, saltar, divertirse al aire libre era la regla irrepetible cada sábado o domingo. Jugar  "saltasoga",  "ligas",  "las escondidas", "las chapadas", "los encantados", "kiwi", "matagente", "siete pecados", "san miguel", ufff infinidad de juegos.... jugabamos hasta muy tarde, luego ibamos a casa a ducharnos, cenar y como todo niño/niña deseabamos seguir jugando, podía ser "yas", "tutifruti", "yo-yo", otros.
Hoy los niños y niñas realizan muy pocas actividades al aire libre con sus pares, y mucho menos con sus padres; por ello aplaudo mucho la idea de que cuando grupos de familias salen a algún club jueguen con sus hijos/as estos juegos "de nuestra época" y se integre al papá, mamá, tíos, tías y ¿por qué no? hasta a la abuelita (claro, si tienen las pilas como la abuelita de mi hija).
A los niños les encanta los juegos dinámicos, pero el ritmo de vida de los padres, la inseguridad ciudadana, la tecnología , entre otros, han contribuido a que estos juegos dejen de ser parte constante de sus vidas; por el contrario ahora los niños permanecen en casa más tiempo, ahi radica la importancia de las salidas con los hijos a teatros, parques, cines y otros; ello es básico para que nuestros niños, niñas pueden más adelante desenvolverse mejor socialmente y ser más felices de lo que fuimos nosotros.
Recuerdo, que mi primo con alegría nos enseñó su atari, y visitarlo era muy divertido pues jugabamos pacman y otros que no recuerdo ahora. Hoy en día, es increíble la infinidad y variedad de juegos de los aparatos electrónicos, pero lo preocupante es  la agresividad en algunos de ellos, sobretodo aquellos dirigidos a los niños (Ahi nuestra supervisión es básica).
Recuerdo además, haber pasado horas viendo televisión, cada uno de los capítulos de "Angel la niña de las flores" sólo para ver el final (si algún día encuentra la flor de siete colores, jajaja), "La familia Meñique", "La abeja maya", (aunque no lo crean no me llamaba la atención "Candy"), "Los pitufos", "Gigi" con su espada mágica dame poder.... son algunos de ellos,  las series de tv "La pequeña maravilla", "Punky Bewster"... que agradable es recordar la niñez sobretodo cuando la pasaste super.
Mi hermana y yo somos hijas de padres separados y si bien hubo una crisis inicial en mi familia en esta etapa agradezco mucho que mi niñez sea de recuedos gratos y no tristes. Con mi mami los recuerdos de una infancia de juegos, y con mi papi las salidas de todos los fines de semana, el teatro, los paseos a parques o casa de los primos, al cine..... Dicen que recordar es volver a vivir y al redactar estas lineas he vuelto a ser feliz, espero que al leer, tu también puedas evocar momentos lindos e incomparables de tu niñez.
Hasta pronto!
Cynthia